Cultivar plantas de interior puede parecer una
hazaña cuando no tienes experiencia pero es mucho más fácil de lo que parece.
Evita estos 9 errores y tus plantas te lo agradecerán manteniéndose sanas y
frescas. Evítalos y ninguna planta se te volverá a morir por descuido o
abandono.
1.- Cada planta tiene sus necesidades
particulares e ir contra ellas no conduce más que al fracaso. Empeñarte en
colocar una planta en una posición que no es la más idónea para ella no te
traerá nada bueno.
2.- Las plantas son por lo general se
adaptan al lugar en el que se encuentran. Cambiarlas de sitio sin motivo ni
razón y con demasiada asiduidad no hará más que perturbarlas. Su
salud se resentirá.
3.- El suelo es fundamental para las
plantas pero más si cabe cuando se trata de plantas de interior. Compra un buen
sustrato o prepara tu propia mezcla pero procura que cumpla las necesidades de
la planta. Unas plantas necesitan suelos más densos, que retienen más humedad,
y otras en cambio necesitan suelos sueltos y ligeros que drenen con rapidez.
4.- El exceso de riego mata más plantas de
interior que la falta del mismo. Es un error típico de novato pensar que cuanta
más agua mejor. Una vez más cada planta tiene unas necesidades al respecto. Y
en caso de duda es preferible pecar por defecto que por exceso. Por regla
general las plantas de interior van bien con un riego semanal o menos incluso
cuando se trata de cactus y suculentas que lo podemos alargar a las 2 semanas.
5.- La luz es vital para las plantas pero
también a este respecto cada planta tiene unas necesidades propias. Hemos de
conocer si la planta que tenemos en casa necesita mucha o poca luz pues en caso
contrario le puede resultar fatal. La mayoría de plantas de interior necesitan
ambientes luminosos pero no toleran la luz directa del sol salvo excepciones. También
hay plantas que necesitan poca luz.
6.- Las plantas de interior en muchas
ocasiones son de origen tropical y necesitan temperaturas parecidas a las que
tenemos dentro de casa. Pero ello no quiere decir que vayan a tolerar estar
cerca de fuentes de calor o de frío. Necesitan temperaturas bastante regulares
y sin cambios bruscos sobre todo. Es mejor tenerlas con una temperatura
ligeramente fresca que con un calor excesivo.
7.- Suponemos que has seguido estos
consejos y tu planta ya lleva un año o dos en la misma maceta. Es el momento de
trasplantar en la mayoría de casos. La falta de espacio puede producir que
las raíces no puedan darle todo el alimento que precisa la planta. Una nueva
maceta más espaciosa y un sustrato nuevo le va a sentar de maravilla.
8.- Una planta es un ser vivo y precisa de
un mínimo de atención. Si compramos una planta en cualquier comercio, la
ponemos en casa y nos olvidamos de ella lógicamente no durará mucho. Hemos de
comprometernos en su cuidado.
9.- Siempre hay un poco de polémica sobre
si limpiar o no las hojas de las plantas de interior. No es necesario exagerar
como en todo pero es conveniente limpiarlas para quitarles esa capa de polvo
que se posa sobre ellas y que en nada les beneficia. El polvo cuando forma una
capa densa y espesa puede impedir el correcto desarrollo de la fotosíntesis.
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